las crónicas de senna #13

antes de que comenzara la temporada maldita [1994], alain prost había anunciado su retiro, a los 39 años, de la alta competencia debido a que senna arribaba a williams y él, prost, no quería saber ni ahí de estar en un mismo equipo otra vez con el brasileño chiflado éste. claro, si no le decían the proffessorrr por nada al viejo zorro francés. la cosa es que senna, ya medio aburrido de la fórmula 1, hizo el último intento por reinventar su viejo amor hacia los límites luego de tres campeonatos mundiales conseguidos con el equipo de ron dennis, mc laren, y se lanzó tras el francés chicaneándolo para que no se fuera, que no lo dejara solo con esta manga de inútiles pendejos que se copan demasiado con los botoncitos del volante y no miran los espejos. los dos viejos y supercampeones, no tenían otros rivales más que entre sí mismos y eso llevó a lo siguiente: senna quería la butaca del williams porque le parecían -y lo eran- los autos más veloces que él había visto jamás, así que aceptó abandonar a su noviecita más querida para irse con la prima más linda de la familia en aquella época. 20 millones de dólares al año en 1994 era un montón, pero un montón de guita incluso para un piloto de fórmula 1 . y senna acepta... pero prost dice no, otra vez en la misma no caigo; estoy viejo, cansado, aburrido, 4 campeonatos, manejé todo, no, basta. senna sabía esto porque él mismo pensaba en retirarse. hasta que vió los williams-renault, con el que prost le ganó el campeonato 93, aunque ayrton subió el mc laren-ford al podio casi toda la temporada, se aclara. 

dále, por los buenos viejos tiempos, parece haberle dicho senna a prost con estos mensajes. pero el francés dijo que no y se retiró, y senna se encontró persiguiéndose a sí mismo en las dos primeras carreras del 94 [con el atolondrado y ambicioso de shumacher tocándole la caja de cambios todo el tiempo] 

y en san marino se cumplió algo que ayrton se había prometido a sí mismo: yo jamás me retiraré de este deporte porque no sé hacer otra cosa. las carreras están en mi sangre. y fue muy muy triste su muerte.